sábado, 12 de marzo de 2016

Juan 7; 40 – 53

Muchos de lo que escucharon esto dijeron: Realmente éste es el Profeta. Unos afirmaban: Este es el Mesías. Pero otros decían: ¿Cómo puede venir el Mesías de Galilea? ¿No dice la escritura que el Mesías es un descendiente de David? La gente, pues, estaba dividida a causa de JESUS. Algunos querrían llevarlo preso, pero nadie le puso las manos encima.
Cuando los guardias del templo volvieron a donde los sacerdotes y los fariseos, les preguntaron: ¿Por qué no lo han traído? Los guardias contestaron: Nunca hombre alguno ha hablado como éste. Los Fariseos le dijeron: ¿También ustedes se han dejado engañar? ¿Hay algún jefe de los Fariseos que haya creído en El? Pero esa gente no conoce la ley, ¡son unos malditos!
Les respondió Nicodemo, el que había ido antes a ver a JESUS y era uno de ellos y les dijo: ¿acaso nuestra ley permite condenar a un  hombre  sin escucharle antes y sin averiguar lo que ha hecho? Le contestaron: ¿También tú eres de Galilea? Estudia las escrituras y veras que de Galilea no salen profetas. Y se fue cada uno a su casa.
Palabra del Señor.

Comentario

Algunos aceptan a Jesús, otros quieren matarlo, otros están perplejos y hay quienes lo admiran. El Evangelio muestra que Jesús no pasaba inadvertido ante la gente y que generaba reacciones. Por esto, Jesús hoy sigue siendo un misterio para toda la humanidad. Él sigue cuestionando y generando reacciones y comentarios de grupos diversos.


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