sábado, 19 de enero de 2013


Siracides 11

El mal momento hace olvidar el placer; así al final del hombre se describirán sus obras.
No proclames la felicidad de nadie antes del fin, porque solo al fin se conocerá al hombre.
No lleves a cualquiera a tu casa, porque son muchas las trampas del astuto.
Como perdiz de cebo encerrada en su jaula, así es el corazón del orgulloso; como un espía espera tu perdición. Cambia los bienes en males, prepara trampas y critica las mejores cosas.
Una chispa enciende el carbón; así el pecador esta en acecho para derrama r sangre.
Cuídate del malvado; sepas que medita el mal y teme que te desprestigie para siempre.
Lleva a tu casa un extraño y te traerá desorden, te hará  extraño a tu propia gente.

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