miércoles, 4 de junio de 2014

Juan 17; 6ª – 11b -19

“Hablo de los que me diste, tomándolos del mundo. Eran tuyos, Tu me los diste y han guardado tu Palabra. Ahora reconocen que todo lo que me has dado viene de Ti. El mensaje que recibí se los he entregado y a ellos  lo han recibido y reconocen la verdad que Yo he salido de Ti y creen que Tú me has enviado.
Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que son tuyos los que Tu me diste (pues todo lo que es mío es tuyo y todo lo tuyo es mío); Yo ya he sido Glorificado a través de  ellos.
Yo ya no estoy mas en el mundo, pero ellos se quedan en el mundo, mientras Yo vuelvo a Ti. PADRE Santo, guárdalos en ese Nombre tuyo que a Mi me diste, para que sean como nosotros.
Por ellos ofrezco el sacrificio, para que también ellos sean consagrados en la verdad.”

Comentario

Esta oración de Jesús parece ser la respuesta a lo meditado en la primera lectura. ¿Cómo lograr la unidad? ¿Qué debemos hacer para que todos seamos uno? Jesús ya rezó por nosotros y por nuestras comunidades. Unidos a él, aún con las tensiones propias de nuestra humanidad, también nosotros podemos llegar a vivir en unidad.



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