domingo, 8 de junio de 2014

Juan 20; 19 – 23

Ese mismo día, el primero después del sábado, los Discípulos estaban reunidos por la tarde con las puertas cerradas por miedo a los judíos, Llegó JESUS, se puso de pie en medio de ellos y les dijo: “¡La paz este con ustedes!” Dicho esto les mostro las manos y el costado. Los Discípulos se alegraron mucho al ver al  SEÑOR.
JESUS les volvió a decir: “¡La paz este con ustedes! Cómo el PADRE me envió a Mi, así los envío Yo también”. Dicho esto soplo sobre ellos y le dijo: “Reciban el Espíritu Santo a quienes perdonen sus pecados, serán perdonados y a quienes se los retengan les serán retenidos.”

Comentario

El Espíritu es viento, es soplo, es el aire que respiramos para poder vivir. Por eso, al dejar entrar al Espíritu, dejamos entrar la vida misma de Dios en nosotros. Y esa vida que recibimos nos hace movilizar el entorno, nos hace creativos y más comprometidos con los proyectos que celebran la vida.



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