jueves, 7 de julio de 2016

Mateo 10; 7 – 15

“A lo largo del camino proclamen: ¡El Reino de los cielos esta ahora cerca! Sanen a los enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, y echen los demonios. Ustedes lo recibirán sin pagar, denlo sin cobrar.
No lleven oro, plata o monedas en el cinturón. Nada de provisiones para el camino, o vestidos de repuesto, no lleven bastón ni sandalias, porque el que trabaja merece su alimento.
En todo pueblo o aldea en que entren, busquen alguna persona que valga, y quédense en su casa hasta que se vayan.
Al entrar en la casa, deseen le la paz. Si esta familia la merece, recibirá vuestra paz, y si no la merece; la bendición volverá a ustedes. Y si en  algún lugar no los reciben ni escuchan sus palabras, salgan de esa familia o esa ciudad, sacudiendo el polvo de sus pies. YO les aseguro que esa ciudad, en el día del juicio, será tratada con mayor rigor que Sodoma y Gomorra.”
Palabra del Señor.

Comentario

Además del compromiso con los que sufren, los discípulos misioneros tienen que asumir una vida austera, confiando en la Providencia y en la generosidad de sus hermanos.


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