miércoles, 27 de julio de 2016

Mateo 13; 44 – 46

“El Reino de los Cielos es como un tesoro escondido en un campo. El hombre que lo descubre, lo vuelve a esconder; su alegría es tal, que va a vender todo lo que tiene y compra ese campo.
Aquí tienen otra figura del Reino de los Cielos: Un comerciante que busca perlas finas. Si llega a sus manos una perla de gran valor, se va, vende cuanto tiene y la compra.”
Palabra del Señor.

Comentario

Sólo el Reino de Dios puede dar sentido a todas nuestras acciones y nuestros afanes. Sólo por el Reino de Dios vale la pena andar, trabajar, sufrir. Qué alegría si tuviéramos la certeza de los personajes de estas dos breves parábolas y fuéramos capaces de unificar toda nuestra vida por el Reino.


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